martes, 13 de marzo de 2012

¡Hay que leer! ¿Hay que leer?











Desde ámbitos oficiales y privados se insiste sobre la necesidad y la importancia de leer.
¡Hay que leer! ¡Hay que leer! Una y otra vez.
¿Qué implica esta urgencia de lectura?
¿Se puede obligar a leer?
¿Acaso no podría contemplarse un nuevo derecho, el de no leer?
El ensayista, Daniel Pennac, dice que es imposible obligar a leer como es inaudito pensar en el imperativo amar "¡DEBES AMARME!", "¡DEBES LEERME!
Un libro es un libro.
¡Hay que leer!
¡Hay que leer!

¿ Y si en lugar de exigir la lectura, el profesor decidiese de pronto compartir su propia dicha de leer?











Pennac, Daniel. Como una novela. Santa Fe de Bogotá.