Los acontecimientos históricos que desembocaron en la conformación de la Primera Junta de Gobierno Patrio, lejos de ser elementos aislados, son en realidad hechos multicausales.
La escuela generalmente, festeja el 25 de Mayo como una fiesta Patria de grandes actos de numerosa concurrencia, pero que en muchos casos no resultan significativos para los niños.
Entender el proceso de transformación social que implicó la Revolución de Mayo, es imprescindible para poder plantearnos los cambios necesarios del presente.
¿En qué consistió la Revolución?
¿Qué ideas, objetivos y necesidades movilizaron a quienes en esos días agitados de Mayo de 1810 querían cambiar la dominación colonial de siglos?
¿Cuál era la cotidianeidad que transitaban las mujeres y los hombres que llevaron adelante la gesta histórica?
¿Qué intereses movilizaban a los distintos sectores?
¿Qué tradición de opresión y resistencia formaban sus culturas y sus visiones?
Conmemorar el Bicentenario de la Revolución de Mayo en nuestras escuelas, nos enfrenta a la necesidad de generar espacios de reflexión, participación e intercambio entre nuestros alumnos y alumnas, docentes y comprovincianos en general con el propósito de que trasciendan las paredes del aula buscando sentar las bases de una sociedad más justa, democrática e inclusiva.
Ponernos en acción, desde diferentes escenarios donde se renueve el compromiso ciudadano de hacer efectivo el mandato de la Patria.
